Transparencia Electoral: abstención y opacidad marcaron las elecciones parlamentarias y regionales de Venezuela 6f124b
Este domingo 25 de mayo se celebraron las elecciones parlamentarias y regionales en Venezuela, en un contexto marcado por la crisis democrática y la desconfianza ciudadana. Tras el fraude electoral del pasado 28 de julio de 2024, a través del cual se desconoció la victoria presidencial de Edmundo González Urrutia, la oposición mayoritaria encabezada por María Corina Machado hizo un llamado explícito a la abstención, deslegitimando de raíz la nueva convocatoria electoral. 56545k
Pese a las imágenes difundidas por numerosos medios de comunicación que evidenciaron la baja participación en los centros de votación, el Consejo Nacional Electoral (CNE) anunció una participación de 5,5 millones de personas, equivalente al 25% del padrón electoral (21.485.669 ciudadanos). Sin embargo, las autoridades electorales aseguraron que ese número representaba el 42% de los electores habilitados, sin ofrecer claridad ni datos verificables que sustenten la cifra.
El proceso electoral estuvo marcado por una opacidad alarmante. Entre los hechos más graves podemos mencionar:
- El CNE no cuenta con página web activa.
- Nunca se publicó en Gaceta Oficial la convocatoria formal a las elecciones ni el cronograma oficial de actividades.
- No se abrió el registro electoral para nuevas inscripciones ni para actualizaciones de domicilio.
- No hay garantías de que se hayan realizado las auditorías técnicas previstas.
- Todo el proceso se dio en un contexto de persecución a la disidencia. Hay más de 900 presos políticos, y cerca de 70 de ellos fueron detenidos los días previos a las elecciones.
Como resultado, los datos y resultados anunciados por el CNE no solo son inconsistentes, sino directamente incontrastables.
Desde Transparencia Electoral, expresamos nuestra profunda preocupación por la falta de garantías, transparencia y credibilidad en este proceso. Consideramos que los resultados divulgados carecen de legitimidad y que, tras el fraude masivo perpetrado en julio de 2024, el CNE venezolano no posee las condiciones ni la idoneidad necesarias para organizar procesos electorales confiables.
La comunidad internacional debe mantener su atención sobre Venezuela y exigir condiciones mínimas para la celebración de elecciones libres, justas y verificables que permitan recuperar la confianza ciudadana y reconstruir la institucionalidad democrática.
